Un corredor ha recibido un impresionante golpe de la manada, en la curva de la calle Estafeta con Real, pero no presenta herida por asta de toro.
La lluvia caída esta mañana no ha impedido que el quinto encierro de las Fiestas en honor al Santísimo Cristo de los Remedios transcurriera con absoluta normalidad, aunque la participación ha sido ligeramente inferior a la de días anteriores, con aproximadamente 1.500 corredores.
“Se ha visto al encaste Murube corriendo por nuestras calles y ha salido un encierro muy bonito”, destaca Carlos Bolarín, concejal de Festejos, que ha explicado que, para evitar que las reses se resbalen, se ha reunido con los pastores del encierro para acordar que hubiera más metros de distancia con la manada. “Los pastores son los profesionales del encierro y saben perfectamente cómo proceder en estos casos para que no haya ningún problema”.
Con una duración de 1:45 en la calle, y 1:56 hasta la entrada en toriles, las reses de la ganadería de Ángel Sánchez y Sánchez, destinadas a la corrida de rejones de esta tarde, han permanecido hermanadas al principio del encierro, y hacia la mitad del recorrido, uno de ellos se ha adelantado, para mayor emoción de corredores y público.
En el capítulo sanitario, un corredor ha recibido un impresionante golpe de la manada, en la curva de la calle Estafeta con Real, “que no presenta herida de asta de toro, pero está siendo valorado por los médicos por si hubiera una cornada envainada, que es una cornada que no sangra, aunque aparentemente solo parece una contusión”, ha informado Pedro Martínez, responsable de Protección Civil. En total, se han llevado a cabo 9 asistencias por caídas y golpes.
La Plaza de Sanse