La Policía Local ha sido crucial en la gestión del temporal ‘Filomena’ y de sus consecuencias. El esfuerzo intensivo de los trabajadores, la coordinación, la importancia de un Plan Invernal y la colaboración ciudadana han cimentado la respuesta del municipio a esta situación, máxime en tiempos de alerta roja epidemiológica.
– Alerta roja por nevada, tercera ola de pandemia… ¿Cómo lo has vivido?
Con la gran nevada, la gente no se podía mover, muchas personas estaban en peligro, hubo que hacer en muy poco tiempo muchísimas cosas. En colaboración con Protección Civil, gestionamos muchos traslados de enfermos a los hospitales, que llegaran medicamentos a las casas de personas que estaban enfermas, incluso comida a quienes no podían salir. Ha sido una situación extremadamente complicada y estresante, pero en un tiempo récord y gracias a la colaboración de los trabajadores de Policía y los voluntarios de Protección Civil hemos logrado ayudar a los vecinos.
Ayudar donde fuera necesario
¿Cómo se manejan el estrés y la frustración en situaciones como estas?
Con mucha iniciativa y colaboración. Protección Civil tenía vehículos todoterreno -aparte del que tenemos en Policía-, con los que iba una patrulla de Policía y un conductor de Prote para acercarnos a ayudar a la gente allí donde fuera necesario. Además, conseguimos voluntarios que traían su vehículo particular, a los que quiero agradecer que llevaran patrullas de Policía para que pudiéramos atender a todos los vecinos posibles.

¿Qué situaciones extremas has presenciado?
Hubo un caso de una mujer, una persona con problemas de obesidad mórbida, que no podía salir en ambulancia. En este caso, hacía falta una ambulancia especial, ya que estas en general no estaban consiguiendo moverse: para que pudiera llegar, se le abrió la calle con una máquina retroexcavadora. La ambulancia llegó hasta la puerta de su casa y los bomberos sacaron a la señora a través de la ventana para que pudiera ser trasladada al hospital. Pero hay muchísimos casos más, como los de los voluntarios que han estado día y noche trasladando a personas al hospital para que pudieran hacerse su diálisis.
Plan de invierno
En esta situación sobrevenida, de máxima incertidumbre, había una estrategia…
Llevábamos tiempo trabajando en el despliegue del Plan de Invierno, y esto ha hecho que todo resultara un poco más fácil. Saber qué calles había que limpiar prioritariamente para poder abrir progresivamente la ciudad, para poder llegar a los hospitales, a los centros donde se necesitan servicios a toda costa, ha sido crucial.
En este plan invernal se establecen dos ejes prioritarios, que sirven para dar la máxima cobertura a la mayoría del pueblo. Esto nos permite que, si no podemos llegar en coche a un punto, podamos llegar andando para llevar al hospital a quien lo necesite. Si despejamos una vía principal, podemos dejar el todoterreno en un momento determinado y acercarnos a pie a socorrer a una determinada persona en una calle más pequeña. Por eso se establecen estas prioridades, algo que quizá no puede observarse a simple vista.
El desafío era máximo…
Nos hemos puesto a prueba de la manera más fuerte que había. La maquinaria era inicialmente insuficiente, pero desde el servicio de limpieza se ha gestionado la llegada de máquinas más grandes, algo que ha funcionado. De hecho, el día 9, nos llamaban de otras poblaciones para saber cómo lo habíamos hecho para lograr tener algunas arterias abiertas, cuando poblaciones muy próximas todavía no lo habían conseguido.

Pandemia y nevada
La gente ha dado el 200%, y lo seguiríamos dando. Cuando llegábamos a casa, nos preguntábamos qué hacíamos allí, habiendo tanto por hacer. Nos hubiera gustado dar más. Había también muchos problemas de gente con Covid-19 que tenía que ser trasladada al hospital. La verdad es que juntar pandemia y nevada ha sido como una bomba explosiva, pero creo que hemos dado buena resolución, y sobre todo, que el trabajo en equipo con todas las áreas, y la previsión contenida en el plan invernal han dado resultado.
Ha habido una respuesta ciudadana que habéis podido presenciar en primera línea…
Ha sido muy buena. En la zona de Rosa Luxemburgo, había una señora a la que se le había caído el tejado delante de la puerta y no podía salir de su casa. Era urgente, pero no podíamos destinar todos los recursos allí. Y lo que hicimos fue reclutar una patrulla vecinal, y entre todos conseguimos desalojar en tiempo récord la puerta. Ha habido mucha labor humanitaria hecha de vecino a vecino. Ha salido parte muy buena de la gente.
¿Qué mensaje enviarías a la ciudadanía?
Les pediría que se dejaran guiar por lo que les dicen las autoridades: es verdad que una nevada es algo precioso, pero cuando todo el mundo salió a disfrutar de la nieve, la cantidad de heridas, fracturas, luxaciones y, en consecuencia, la necesidad de trasladar personas a los hospitales fue enorme. La gente no se puede hacer una idea de ello. Y, además, tenemos que seguir pendientes de las consecuencias de la pandemia: sigamos las indicaciones de los expertos.
La Plaza de Sanse