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Paco del Pozo
Es una de las grandes figuras del panorama flamenco de nuestra ciudad. Cantaor, estudioso y amante de la historia del flamenco, Paco del Pozo rinde homenaje con “Madrid siempre flamenco” a los artistas madrileños, con Don Antonio Chacón a la cabeza, y todo el arte que se respiraba en los cafés cantantes del Madrid de primeros de s.XX. El viernes, 29 de octubre, a las 20:30 horas, estará en el TAM.

¿Con qué se va a encontrar el público que acuda al Marsillach a ver “Madrid siempre flamenco”?

Es un espectáculo en formato recital en el que estamos tres artistas en el escenario. Además de mí, a la guitarra, Jerónimo Maya; y a la percusión, Roberto Bozmediano, ambos grandísimos artistas de Madrid. Yo también soy de Madrid, con lo cual estamos reivindicando un poco a los artistas madrileños, así como a los cantes de aquí.

¿En qué ha cambiado el Madrid que retratas del actual?

No buscamos hacerle un homenaje al Madrid antiguo, sino un homenaje a Madrid en general. Aunque si tuviera que elegir, pues el Madrid de primeros de siglo XX debía de ser fantástico. Me hubiera encantado nacer allí con la figura de don Antonio Chacón en Madrid, creando cantes, estilos flamencos y grabando en los cafés cantantes. Fue una época muy prolífica en cuanto al flamenco en Madrid, porque estaba todo por hacer y había mucha, mucha ilusión y mucho movimiento, sobre todo nocturno, en los cafés cantantes y salas de fiesta para ver a los cantaores de la época.

¿Por qué son necesarios Festivales como la Suma Flamenca?

La Suma flamenca es el festival por antonomasia de la Comunidad de Madrid. Necesitamos en la Comunidad de Madrid seguir siendo un referente como lo hemos sido históricamente y acercar el flamenco al numeroso público que existe en Madrid.

¿Crees que el flamenco está suficientemente explicado o se ha quedado como “delicatessen” para unos pocos?

Yo creo que la música flamenca, para disfrutarla en su totalidad, necesita de un acercamiento más allá de solamente escuchar, necesita de una pequeña iniciación. Es como la música clásica, una música culta. El flamenco, lejos de la falsa creencia de que es un folklore, es una música culta, una música desarrollada y confeccionada por grandísimos artistas, grandísimos letristas y, como tal, pues hoy en día se puede estudiar la carrera de flamenco en cualquier conservatorio e incluso universidades. ¿Qué quiere decir esto? Que, efectivamente, para disfrutarla al cien por cien, debes estar iniciado. No quiere decir que sea una música elitista. Los buenos aficionados están en todas las clases sociales y en todos los puntos del mundo, así que yo soy partidario de acercar el flamenco gratis para la población de un municipio o de un barrio en concreto, y también para llevarlo a los grandes teatros del mundo, que ahí estaríamos hablando ya de la élite. El flamenco está en todas partes, es patrimonio universal de la humanidad.

Tú siempre te has significado, además del cante por derecho, por ser un artista abierto a otros estilos como el jazz, la música clásica o incluso las bandas sonoras para el cine. ¿Cómo se casa eso con el flamenco?

Como digo, el flamenco es una música universal y creo que cualquier buen artista flamenco puede colaborar con cualquier artista del mundo. El flamenco tiene un lenguaje propio, pero que casa muy bien con cualquier otra música, poniendo su sello personal. A mí me encanta cantar con otras músicas, me sacan otro tipo de expresión. No sé, creo que además es necesario para cualquier artista rodearse de otros buenos artistas, de otras disciplinas musicales, porque enriquece muchísimo tu forma de hacer música.

Paco del Pozo
Paco del Pozo

Fuiste un niño prodigio del cante. ¿Cómo se ven las cosas ahora, desde la madurez?

Fue una época muy bonita. Apenas tenía ocho años y bueno, ahí comenzó mi formación. Yo lo que siempre he sido es carne de escenario. Siempre me ha gustado cantar y mis fines de semana eran cantar en las peñas y en los festivales, en las residencias de ancianos y todo eso. Lo que hoy soy como artista es el resultado de toda esa experiencia de aprendizaje que fue maravillosa, siempre de la mano de mis padres a todos los lugares. De hecho, me van a ver a todos los escenarios donde trabajo. Para mí es un orgullo y desde la madurez tengo más serenidad.

El poeta Félix Grande, flamencólogo y muy unido a Sanse, dijo de ti que “cantas con la fuerza de su juventud y la sabiduría de un viejo”. ¿En qué has cambiado?

Sobre todo los de la juventud, que ya no lo soy tanto, pero la esencia es la misma. Tengo más recursos técnicos, tengo más experiencia, pero quizá menos ímpetu, más serenidad. Pero la esencia es la misma y es lo que cuenta.

Has publicado dos discos en tu carrera. ¿Nos puedes adelantar algo del siguiente?

Efectivamente, dos discos en solitario, aunque he hecho muchas otras colaboraciones o discos que no son en solitario y al siguiente está en proceso. Como se suele decir en el flamenco, en mi hambre mando yo. Así que no, no hago discos para llegar a más público o determinado parte de público o dar un bombazo comercial. No es ese el objetivo. El objetivo es estar satisfecho con tu trabajo, dejar plasmada tu obra y que la gente que quiera acercarse a disfrutarlo pueda hacerlo. En mi caso, la calidad musical de sonido y sobre todo de transmisión emocional es lo más importante.

La Plaza de Sanse