Hija de poetas y escritores, nieta de artista, vástago de Sanse y vínculo de esta ciudad con la poesía. Esa es la genealogía, pura genealogía cultural y de arte de Guadalupe Grande. Era sabia y savia. Significó el enlace y, de nuevo la palabra vínculo, de la poesía con Sanse, con otros poetas y enormes artistas y escritores que vinieron aquí gracias a ella y a su ingente labor como responsable del Centro de estudios de la Poesía.
Sabía por su enorme conocimiento, por su tremendo cúmulo de experiencias adquirida y regalada no solo en Sanse, no solo en España sino en numerosos países que demandaron la presencia de Lupe. Y savia porque lejos de mantener un trabajo estático, dinamizó, modernizó y difundió las nuevas tendencias. Savia nueva como lo demostró con su actitud innovadora en la poesía visual.
Como bien dice la concejala de Cultura, Tatiana Jiménez, compungida aún por el shock del fallecimiento de Guadalupe, “ella era nuestro vínculo con la poesía, el alma de Sanse, Ciudad de la Poesía. Con Lupe manteníamos vivo el espíritu de su padre y de su madre, Félix y Paca, de José Hierro y de tantos y tantos que ella representaba”.
Gracias Guadalupe
Y es que gracias a Guadalupe, Sanse se vistió de lírica, de poemas, de versos, de estrofas, de rimas… de fantasía y vida al fin y al cabo.
Guadalupe Grande vivió desde pequeña en su casa, en un mundo de poesía porque por su lar pasaron los y las mejores del momento, los “grandes” haciendo honor a su apellido. Por su hogar familiar, desde niña transitaron los enormes poetas y escritores de parte del siglo XX. Fue una intelectual de las mejores del siglo XXI que aplicó ese bagaje y sensibilidad a flor de piel al Centro de estudios de la Poesía de Sanse y a su Universidad Popular (que triste se queda la “Uni” sin Pepe García-Rayo y sin Guadalupe Grande).
Gracias Lupe por dotarnos de ese Archivo Audiovisual que es el mejor de España, sin duda, como contendedor cultural de la poesía del pasado siglo. Gracias por cuidarlo y aumentarlo con mimo y esmero. Gracias por ese legado y por lo que hiciste por su difusión.
Gracias por tu ímproba labor como responsable de la Escuela de Poesía. Gracias por vincular a tanta gente. Gracias porque seguirás siendo desde tu nueva morada, nuestro gran vínculo. Con las próximas lluvias veremos que las gotas no son agua en Sanse, sino que serán las primeras estrofas escritas, regaladas y desparramadas de una querubina celestial para decirnos “Hola, aquí sigo y desde aquí os siento”.
Te vas pero te quedas porque por siempre estaremos vinculados a ti. Descansa en paz, Guadalupe Grande, “Grande entre las grandes”.
La Plaza de Sanse