Entrevista a Roberto Fernández Suárez, autor de “San Sebastián de los Reyes 1931-1941: Una historia convulsa».
¿Cómo nace la voluntad de escribir este libro?
La verdad es que existieron varios condicionantes, pero el más importante tal vez fue intentar saber por qué existió un alto porcentaje de republicanos de esta localidad fusilados en Colmenar Viejo en 1939. Fueron 25 personas, un alto número en relación con otras poblaciones con más habitantes que San Sebastián de los Reyes. Creo que este trabajo intenta explicar el porqué.
¿Añade este texto el valor testimonial, humano, que le faltaba al primero?
En efecto, digamos que la primera edición, por llamarla de una cierta forma, se centró en mi estudio, dejando de lado las vivencias de las personas implicadas en la vida local, a nivel político y sindical, defendiendo, a partir del 18 de julio de 1936, la República. Mi interés y el de Carmen Carreras, de la directiva de la Asociación memorialista, fue el de recuperar y visibilizar a todas las victimas de la mal llamada “justicia franquista”, es decir, a todas las que habían sufrido un consejo militar sumarísimo de guerra a partir de abril de 1939 en adelante. Han aparecido un gran número de ellas, lo que nos da una idea del impacto de la represión franquista en la localidad. La aportación de los testimonios familiares de dichas víctimas aporta al libro un calor humano que la investigación documental no transmite. Entre ambas sensibilidades, se ha creado este libro.
El nuevo documento contiene las cartas de despedida de muchos de los fusilados a sus familias. Debe de ser bastante dramático…
Y, sobre todo, humano. Cuando el documento escrito te expresa la fecha y hora de su fusilamiento, no hay nada más, el dato puro y duro. Pero la transmisión familiar y, por lo tanto, humana, esa dimensión fundamental para percibir momentos trágicos, ha sido el elemento fundamental para construir estos relatos.

También las mujeres tienen un papel protagonista. No fueron fusiladas, pero sí torturadas y humilladas…
El tema de las mujeres republicanas de la localidad no aparece desde el principio. No están entre las fusiladas pero, poco a poco, al principio, y luego de forma importante, aparecieron los casos de estas mujeres republicanas, esposas, madres, hermanas e hijas, con un papel fundamental en los años de la guerra en el pueblo porque fueron las que protagonizaron la vida de la retaguardia republicana. Se las ve trabajando en tareas del campo, salvando las cosechas, comprometidas con el ideal republicano, mediante actos culturales, propagandísticos, en tareas de organización en el abasto de la población, en enfermería, etc. Eso sí, aquí no aparecen como representantes sindicales ni como políticas, solamente en la emergente organización de las Juventudes Socialistas Unificadas.
¿Cuál es tu vínculo con la Asociación Comisión de la Verdad San Sebastián de los Reyes (ACVSSR)?
Nos conocimos en el homenaje anual que se realiza en junio, en el cementerio de Colmenar en homenaje a los 108 fusilados republicanos de varias localidades de la zona. Creo que fue en 2015 cuando aparecieron Carmen, Esther, sus hermanos, Gemma, su madre y otros muchos más. Desde entonces, fui conociendo a los miembros de su directiva, participando a sus actos y ellos asistiendo a los que organizamos en Colmenar Viejo. Y así hasta ahora…
Has presentado recientemente el libro en el TAM, el mejor escenario posible de nuestra ciudad. ¿Cómo te sientes?
Fue un momento inolvidable ya que los actos organizados por la Asociación son realmente importantes y destacables. Creo que no hay ninguna Asociación en Madrid que puede permitirse este lujo. Me siento orgulloso de participar en ello, de poner mi granito de arena.

Los “Jueves de la memoria” es una actividad que organiza la ACVSSR en colaboración con el Ayuntamiento desde 2021. ¿Por qué es importante tener memoria?
Esta pregunta es importante y de calado. La memoria colectiva de este país ha sufrido la imposición de una sola versión de los hechos históricos desde el periodo republicano hasta el inicio de la dictadura franquista. Una versión y una sola verdad, la de los vencedores de la guerra, y eso durante muchos años. Es necesario recuperar la memoria de los vencidos de la guerra para poder contrarrestar la versión que fue oficial. Muchos españoles fuimos huérfanos de esta mutilación de la memoria colectiva que está compuesta por todos. Los estudios históricos referentes a este periodo de la historia que se realizan desde hace unos años son, en su mayoría, honestos y de gran calidad. Recomponen la historia colectiva, las vivencias familiares y personales de los vencidos de la guerra que se quedaban ocultas entre las cuatro paredes de la casa. Esa memoria humana y personal aflora y se visibiliza para quienes tengan el interés de saber lo que pasó en su pueblo hace más de 80 años. La memoria es siempre saludable. El uso torticero y partidista de la misma es odioso.
¿Y por qué sigue levantando ampollas recuperar la memoria, después de tantos años?
Por ese uso torticero y odioso que comentaba antes. Si los estudios históricos que se publican son rigurosos, honestos y procuran exponer lo que realmente ocurrió, no se levantan ampollas, siempre que no haya un uso torticero y odioso detrás.
La Plaza de Sanse