El alcalde, Narciso Romero, desarrolla extensamente su visión de la ciudad y los valores que la impulsan. Es una conversación en la cual el alcalde, más que responder, se confiesa acerca de unos años de mandato que anuncian ya un futuro muy prometedor, con transformaciones que pondrán a Sanse en la vanguardia de las ciudades más importantes de España. Destaca en esta charla el lado humano del político, el esfuerzo de la gestión y los sinsabores y las satisfacciones de las responsabilidades que ha tenido la oportunidad de liderar, contando siempre, insiste permanentemente, con un gran equipo.
“Cuando finalicé la carrera de Derecho me planteé de qué manera podía contribuir a transformar la realidad, mejorando el presente, enfocado hacia un futuro más prometedor para todos y todas. Fue esta aspiración la que me hizo tomar la decisión de dedicar mis esfuerzos a la política en el sentido más noble del término, con el fin de cambiar las cosas que entendía injustas. De eso, creo que puedo decir, afortunadamente, han pasado ya muchos años y hoy ya pinto canas, bastantes canas”. Sonríe.
Con esta confesión y esta sonrisa comienza la charla con el alcalde de Sanse, como él gusta llamar a su ciudad, que nunca, según Narciso Romero, ha renunciado a unas raíces que la vinculan a sus orígenes, cuando apenas un grupo de vecinos comenzaban a habitar estas tierras. “Siempre hemos sido un pueblo luchador, que ha sabido sobreponerse a las adversidades. La más reciente”, recuerda el alcalde, “la crisis social que ha supuesto la COVID y a la que hombro con hombro los vecinos y vecinas de Sanse tuvimos que hacer frente, siempre con el apoyo del Ayuntamiento, que en todo momento estuvo ahí, ofreciendo las ayudas que fueran precisas para tirar hacia delante, como siempre hemos hecho en esta ciudad”.
Ya, afortunadamente, lo más complicado de esta crisis se ha superado, y hoy el Ayuntamiento y el Gobierno Municipal, que preside Narciso Romero, trabajan a favor de una transformación de la ciudad, lo que significa un reto que el alcalde está dispuesto a liderar y compartir con su equipo.
“Siempre hemos sido un pueblo luchador, que ha sabido sobreponerse a las adversidades”
“Mi anhelo es que el progreso tecnológico de Sanse se transforme en progreso social”, hace hincapié Narciso Romero. Muy recientemente la ciudad ha recibido dos buenas noticias acerca de esta transformación tecnológica que la convertirá en un polo de atracción de crecimiento económico y empleo de calidad y una referencia que supera el ámbito nacional para llegar a ser europea. “Se trata”, explica el alcalde, “de un Hub Digital para el alojamiento de instalaciones dedicadas al almacenamiento y tratamiento de datos digitales, un espacio físico compartido por grandes empresas. Será un entorno hiperconectado, basado en energías renovables, cumpliendo los acuerdos internacionales de descarbonización y con la posibilidad de despliegue de tecnologías ‘Smart City’”.
“Y, en paralelo, y no menos relevante”, prosigue Narciso Romero, “la instalación de la empresa Microsoft en nuestra ciudad. Se trata de que una de las tres corporaciones empresariales tecnológicas estadounidense más importantes y de mayor tamaño del mundo haya decidido ubicarse en nuestra ciudad, con todo lo que ello conlleva para nuestro porvenir”.
“Me considero una persona prudente y reflexiva. Siempre actúo mirando el interés de mi pueblo y de su gente”
“Dos hitos que servirán, y a eso dedicaremos gran parte de nuestros esfuerzos”, continúa, “para hacer de Sanse un mejor lugar donde vivir y trabajar. Ese repito, es mi anhelo y la constatación de que acerté cuando quise ser el alcalde de todos mis vecinos, sin excepción. Dos enormes hitos económicos y transformadores con enormes repercusiones inmediatas en términos de empleo, de incremento del PIB local, de crecimiento sostenible y de paso de gigante como ciudad moderna. Habrá, y lo veremos pronto, un antes y un después en Sanse”, se reafirma Narciso Romero.

Llegados a este punto y ante la pregunta de cómo ve el futuro de Sanse, reflexiona antes de contestar. “Soy prudente en mis afirmaciones, mucho más si pueden alcanzar repercusión pública. Huyo de jugar con las expectativas de la gente y por ello hay que ser comedido, realista y no pecar de triunfalismo. Pero, en esta ocasión, a la luz de la realidad, pero sobre todo de los hechos, puedo decir que hoy la ciudad está mucho mejor que hace unos años. La ciudad está hecha en buena parte y lo que toca ahora es mejorar aún más sus servicios (limpieza viaria y jardines, por ejemplo, van a tener dotaciones muy potentes gracias a los concursos que se están licitando o en fase inmediata de hacerlo). Datos como que los niveles de seguridad ciudadana son de los mejores de Madrid, la gran creación de empleo o realidades como que nuestra política cultural es referencia en la Comunidad, por poner tres ejemplos. Todo ello nos sitúa en el tren de alta velocidad de la región”. Lanza el alcalde esta afirmación con claro rostro de satisfacción a la vez que con la contundencia de creer plenamente en lo que dice. “Muchos años de trabajo en equipo y los que vendrán”, confiesa mientras que dirige la mirada a alguno de sus colaboradores presentes en esta charla. “Hemos llegado hasta aquí, con una ciudad ya madura pero perfeccionable, claro está, gracias a la labor de muchos representantes públicos que han dedicado mucho trabajo y pasión a mejorar Sanse. Y no quiero olvidar a los empleados municipales sin cuyo compromiso todos los objetivos que nos hemos planteado hubieran sido inalcanzables. Gracias de corazón a todos ellos”.
“Bastante crispada está ya la política como para sumar más polémica en el ámbito local”
Ante esta declaración corresponde preguntarle si durante este mandato ha sido y es un regidor volcado en gestionar solo los grandes proyectos y ha dejado el resto de la gestión de las distintas áreas municipales en manos de sus delegados. Se balancea en el sillón y mira hacia arriba como meditando serenamente la respuesta.
“Es cierto que he dedicado bastantes horas, muchas horas diría yo, a los grandes proyectos de ciudad. Días y semanas volcados en asesorarme, documentarme con técnicos y en recabar información, pero muy especialmente manteniendo contactos y reuniones, para que al final fructifiquen. Todo es trabajo que no se ve y ni tan siquiera se percibe en el día a día de un alcalde. Pero, no es menos cierto, que todos los concejales son delegados de la Alcaldía, y en ese sentido he ejercido siempre como alcalde presidente, sin hacer dejaciones. He hablado con todos, he dado mi punto de vista, he hecho mis aportaciones y he coordinado las diferentes actuaciones. Un equipo de Gobierno es la suma de todos y todas y la dirección es colegiada. Respetando la autonomía de cada concejal o concejala, siempre he estado ahí, incluso asumiendo que determinadas actuaciones no eran cien por cien compartidas por mí pero que obedecen a la dinámica de los gobiernos de coalición. No es sencillo, nada sencillo, dirigir un gobierno local con diversas sensibilidades y colores, pero lo hemos hecho y el balance es positivo. Tal vez, quiero creer, haya contribuido un carácter dialogante, conciliador y flexible. Como sabe quién me conoce, me involucro y me siento mejor en el trabajo colectivo”.
A tenor de las anteriores reflexiones se puede entender que el alcalde ha tenido que ser mesurado en muchas ocasiones y, sobre este aspecto, Narciso Romero afirma que “sí, y muchas veces, y lo sigo y seguiré haciendo”. Considera el alcalde que “como decía un reputado estadista, para hacer política de manera templada, ´todas las mañanas hay que tragarse un sapo´. Y yo sé lo que es hacer tanto ese ejercicio como el de ´morderse la lengua´ (risas). Me considero una persona prudente y reflexiva, y siempre actúo mirando el interés de mi pueblo y de su gente. Si veo que debo de aguantar y guardar para mis adentros lo que mi cuerpo me pide decir, me callo; si creo que es mejor para el interés ciudadano no salir al ataque de mentiras o falsedades, las soporto en silencio. Eso, de alguna forma, se llama responsabilidad institucional”.
“En ese mismo sentido”, prosigue, “creo que determinadas actitudes de la oposición, en algunos casos maledicencias o falsedades, podrían ser contestadas o rebatidas, pero yo ni puedo, ni debo, ni quiero perder un solo minuto en entrar en esas dinámicas de acción y reacción. Sería perder el tiempo y la ciudadanía me eligió para trabajar y procurar su bienestar, no para tensionar o dedicarme al boxeo político en un ring. Bastante crispada está ya la política como para sumar más polémica en el ámbito local, que debería ser un espacio para el consenso y el acuerdo”.
Añade Narciso Romero que lleva “estoicamente, aunque a veces muy sorprendido, algunos de los ataques que recibe en las redes sociales. Me enervan las mentiras, el ataque reiterado que unos cuantos, en su mayoría perfiles falsos, vuelcan en esas redes. Afortunadamente, son pocos, aunque persistentes, y siempre obedecen a intereses de parte. También me irrita la demagogia de declaraciones en medios de comunicación en ocasiones sin mayor fundamento que el de convertir en un lodazal la arena política. Por eso, por todo ello, me tengo que ´comer un sapo diario´ o ´morderme la lengua´ en muchas ocasiones. Sería imposible trabajar estando más pendiente de ello y, además, me apartaría de la gestión de los intereses de los vecinos y vecinas. Y eso es lo importante, la ciudad y su eficiente administración”.
“Siempre alerta ante los retos que habremos de atender y resolver, sobre todo ante los demandas y necesidades de los vecinos y vecinas menos favorecidos. Sin dejar a nadie atrás”
Aborda ahora un tema de actualidad: si le preocupa que en este mandato dos concejales hayan abandonado los grupos políticos con los que se presentaron a las elecciones y se hayan incorporado al grupo de no adscritos. Una parada, respira y medita antes de contestar. “Tengo como sana costumbre no inmiscuirme en los problemas de los demás partidos. Tengo suficiente con ser el secretario general del PSOE de San Sebastián de los Reyes, renovado en distintas ocasiones por holgadas mayorías, por cierto. Por tanto, solo deseo que las consecuencias, nunca buenas, de quiebras y fugas de concejales del Partido Popular y de Vox al Grupo de No Adscritos, sean minimizadas y solucionadas. El futuro inmediato de Sanse necesita que incluso en el bloque de la derecha no haya fisuras. Es importante que hayas alternativas, en este caso la conservadora, cohesionada, porque es bueno que en la oposición haya una situación de estabilidad. Todas las aportaciones son importantes para el devenir de Sanse. Una alternativa debilitada y frágil no es buena ni útil para la democracia local. Reitero, espero que resuelvan sus problemas”.
En este momento el acalde se autodefine como “realista. Ni me gustan las alharacas, ni las falsas promesas, ni las impostadas presunciones. Con esa premisa, sí tengo que decir que a diferencia con el anterior mandato, estoy feliz por lo realizado y mucho más por lo que está por venir. Satisfecho y moderadamente contento de tantas y tantas actuaciones, unas pequeñas, otras mayores, pero que diseñan una gran ciudad. Un pueblo que se está transformado diariamente y que vive la mejor de sus épocas. He dicho anteriormente que hay un antes y un después en Sanse y es rigurosamente cierto”, afirma orgulloso. “Actuaciones, inversiones empresariales, atracción de firmas importantísimas, una ciudad segura y cómoda. Y, sobre todo, veo a una ciudadanía que percibe el cambio y lo valora. Un pueblo de mujeres, hombres, niños, mayores, de toda condición social y de todas las zonas de la ciudad que se lo merece todo. Siempre alerta ante los retos que habremos de atender y resolver, sobre todo ante las demandas y necesidades de los vecinos y vecinas menos favorecidos. Sin dejar a nadie atrás”. “Pero, como suelo reiterar, lo mejor estar por venir, transformando nuestra ciudad juntos”.
La Plaza de Sanse