Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 30.11.2015
Pasear por el campo, agacharse atraído por un simple palo y descubrir que tiene forma animal. Esta es, desde hace cuatro meses, la afición diaria de Rocío Morcillo, un hobby que ha llegado al Aula de Naturaleza de Sanse convertido en exposición. Son trozos de madera sin modificar que Rocío pinta con óleos o acrílicos para que los demás también podamos ver el animal que encierran. Y lo hace por una sola cara, dejando a la vista la materia prima original.
Bibliotecaria en Alcalá de Henares, Rocío es vecina de San Sebastián de los Reyes desde hace siete años. Y fue aquí, precisamente, en sus paseos diarios por la Dehesa Boyal con su perro, donde surgió esta aventura.
Paseando con ella por la Dehesa, somos testigos de que el proceso no es, precisamente, sencillo. Primero hay que localizar zonas en las que haya distintos tipos de ramas, restos de poda o palos. Y, después, saber mirar con los ojos y con la imaginación porque, esto es, nos dice Rocío, como identificar formas en las nubes.
Estas piezas, y las que Rocío va sumando casi a diario, forman parte de un proyecto mucho más amplio que, además, no deja de crecer. Se llama “Maderauna” y, dada la formación multidisciplinar de Rocío, incluye cuentos infantiles inspirados en las piezas de esta colección y fotografías en las que, una vez pintado el animal, lo devuelve al hábitat natural en el que lo encontró.
Ahora, hasta el 18 de diciembre, podemos ver esta colección en el Aula de Naturaleza de Sanse. Pero muy pronto, quizá en primavera, Rocío y su proyecto Maderauna nos sorprendan con un taller creativo pensado para los escolares y las familias de Sanse.