Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 02.12.2020
Lo llamaron "el desconfinahuerto" y, con él, los centros escolares de Sanse, la Delegación de Medio Ambiente y Germinando se habían propuesto que, al arrancar el nuevo curso, los huertos escolares estuvieran activos. Ahora sabemos que su empeño ha dado resultado. Y que el alumnado de Sanse ha podido cosechar la plantación de verano e iniciar una nueva temporada de siembra.
Tras la suspensión de la actividad escolar la pasada primavera por el confinamiento, hubo consenso en conservar este recurso educativo que permite a los niños y niñas estar en contacto directo con la naturaleza y aprender a través de la experiencia.
Así, en noviembre se ha repartido el plantel de otoño-invierno en los centros de la red. Y también se ha completado la selección de proyectos en los que trabajarán los próximos meses, todos ellos adaptados a los centros, edades y circunstancias sanitarias.
Formación al profesorado
El curso en los huertos escolares de Sanse ha arrancado apoyado sobre varios pilares. Por un lado, con una oferta formativa que Medio Ambiente y Germinando han ofrecido al profesorado: cursos específicos para Educación Infantil, en los que participan 21 profesores/as que trabajan el 'huerto sensorial' con los más pequeños, y otros para Primaria, que cuentan con 30 profesores inscritos.
Continuidad de proyectos y novedades
Por otro lado, retomando proyectos en los que los coles venían trabajando, como un rincón de biodiversidad llamado "el oasis de mariposas" o el vermicompostaje, una técnica de compostaje ecológico de residuos orgánicos que aprovecha la capacidad degradativa de las lombrices.
E incluso incorporado varias novedades. Entre ellas, el proyecto de cultivo "alimenta panza y tierra", a propuesta de la Delegación de Medio Ambiente y de Germinando; un intercambio de experiencias con México, a propuesta de una profesora y a través de la Red Internacional de Huertos Escolares; y un proyecto de charcas y sistema eficiente de riego por captación de agua de lluvia, este último fruto de un convenio entre Germinando y la Universidad de Comillas.
Y aunque toda la actividad de los huertos escolares ha tenido que adaptarse a la situación sanitaria, estos espacios continúan siendo un importante recurso de aprendizaje que este año, con más necesidad si cabe, pone a los peques en contacto directo con la Naturaleza.