Jorge G. PALOMO / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.01.2021
El XXVIII “Premio de La Paz a los Valores Humanos”, prestigioso galardón de la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz de Alcobendas, ha sido para Cáritas. Un reconocimiento a la “gran labor” de la ONG con aquellas personas “con mayores necesidades”. Sobre todo, desde la crisis sanitaria y social del coronavirus.
El Ayuntamiento y la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz de Alcobendas han distinguido el esfuerzo realizado por Cáritas en el Arciprestazgo de Alcobendas-San Sebastián de los Reyes desde el confinamiento. Se trata del segundo premio que recibe el Arciprestazgo por la labor social en tiempos de pandemia después del otorgado por el Ayuntamiento de Alcobendas con motivo del Día de la Constitución.
Un verdadero tributo a la solidaridad y el voluntariado. “Nuestra labor en la zona es posible gracias a los 200 voluntarios que atienden nuestras doce Cáritas Parroquiales”, señala David Jorge Santano, profesional de referencia del Arciprestazgo de Cáritas Alcobendas-San Sebastián de los Reyes. El objetivo: “Atender a las familias más vulnerables”, sentencia. Un trabajo que no solo es de atención, sino de formación, orientación y acompañamiento. De este modo, afirma, “el premio supone para Cáritas Madrid un nuevo impulso; un reconocimiento a nuestros voluntarios, que cada día ofrecen su tiempo y generosidad con las personas que están pasándolo mal”.
La entrega tuvo lugar el pasado lunes 25 de enero de 2021 al finalizar la Misa Mayor del Milagro presidida por el padre José Luis del Castillo, arcipreste de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. La presidenta de la Hermandad, Isabel Páramo, concedió una Imagen de la Virgen, mientras que el alcalde de Alcobendas, Rafael Sánchez Acera, les regaló una Menina, símbolo de la ciudad. Recordemos que esta entidad religiosa ya donó 8.000 euros en 2020 a Cáritas para agradecer su apoyo a los vecinos con menos recursos.
En cualquier caso, este “Premio de La Paz a los Valores Humanos”, todo un emblema en la zona norte de Madrid, sirve como homenaje al día a día de Cáritas. Un rayo de esperanza en medio de una época manifiestamente mejorable.