David CAZALLAS / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 06.10.2016
Malagueña, taranta, soleá, toná y minera. Ricardo Fernández del Moral expuso todos estos palos flamencos en el escenario del auditorio del Centro Joven, que el pasado miércoles abría sus puertas una temporada más para todos los amantes del arte flamenco.
La Cátedra de Flamenco Felix Grande comenzó así su andadura una ciclo más, y lo hizo con un maestro de ceremonias inigualable. Ricardo Fernández, solo con su guitarra y su voz, ante el público que abarrotó las butacas del auditorio.
El guitarrista y cantaor, natural de Daimiel (Ciudad Real), es una figura consagrada dentro del mundo flamenco. Es el único que puede decir que ha conseguido triunfar en el Festival de Cante de las Minas en sus cinco palos en una misma edición. Una edición que le encumbró ante público y crítica.
La Cátedra de Flamenco trae mes tras mes desde 2006 artistas de gran calidad y diferentes variedades, donde se combinan maestros del flamenco, baile, guitarra y cante. Estos recitales gratuitos, donde prima la calidad por encima de cualquier otro aspecto, cosechan sesión tras sesión el éxito de un público que llena las localidades todos los meses para dejarse llevar por un rato por el embrujo del flamenco.