Guillermo ESCOBAR / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.02.2020
El miércoles 26 de febrero asistimos a un funeral muy especial. Un entierro único, con momentos para la tristeza, los lloros y la emoción, pero en el que lo más importante era pasarlo bien, con canciones y buena compañía. Y es que todos estos elementos hacen inconfundible al tradicional y divertido entierro de la sardina del Centro de Mayores Gloria Fuertes de San Sebastián de los Reyes.
Acompañamos a la Cofradía de la Mala Espina en una mañana soleada, a presentar respeto a la sardina como icono que marca el fin de la fiesta del carnaval. Hubo tiempo para realizar un responso y dedicar unas sentidas palabras de despedida a la locura carnavalesca de días recientes, que dan paso ahora a la seria cuaresma.
El cortejo fúnebre dispuso una mesa a la entrada del centro, con un libro de firmas para que los asistentes se pudieran despedir de la querida sardina, a la que tanto se echará de menos. La celebración, si es que puede llamarse así a este entrañable entierro, continuó en el salón de actos para, por último, terminar la mañana con un chocolate con churros y picatostes.
Porque las penas de poner fin al carnaval se llevan mejor con el estómago lleno mientras se recuerdan con nostalgia los días de disfraces y tantas actividades que dejamos atrás.