Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid /25.04.2019
Un cernícalo, una lechuza y un águila de Harris visitaron ayer el Centro de Naturaleza de Sanse. Allí se presentaban a los niños y niñas que están participando en dos campus: el deportivo de Natación y el campus urbano que se ofrece desde este centro y que lleva por título “Verano y naturaleza”.
Es el tercer año consecutivo que se realiza esta actividad: un acercamiento a las aves rapaces que, además de cautivar a los chavales, les enseña a observar y respetar la naturaleza desde otra perspectiva.
Tras ella, las monitoras de Vorwaerts, una organización especializada en campamentos en inglés y alemán de la que ha surgido ‘Naturaleza Activa’: un proyecto educativo centrado en el medio ambiente que hace especial hincapié en el trabajo con animales.
Las monitoras nos han corregido cuando nos hemos referido a la suya como una actividad de cetrería. Porque sus aves no cazan: son rapaces dóciles que hacen las delicias de mayores y pequeños mientras, a través de juegos de contacto, les enseñan algunos valores importantes.
Impulsada por el Campus de Natación, y compartida y acogida por el de Verano y Naturaleza, esta actividad es una de esas ‘sorpresas’ que los campus de verano de Sanse regalan a sus participantes. Ayer por partida doble, porque las rapaces venían acompañadas por un lobo auténtico.
Una propuesta refrescante y distinta de los campus de Sanse con los que, además del aprendizaje lúdico, se cumple el objetivo de ayudar a las familias a conciliar durante el verano.